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sábado, 7 de noviembre de 2009

Los niños índigo



 

Los niños índigo

Son muchos, y están naciendo cada vez más por todo el planeta. Los expertos dicen que son uno más de los, signos de la Nueva Era, cuando la humanidad está a punto de entrar a un plano de existencia más espiritual y alejado de los valores materiales y de los cánones y creencias que han regido nuestro destino desde hace miles de años.
Son distintos, especiales. Asombrosos A veces pueden irritamos, en ocasiones asombrarnos, pero siempre ejercerán, sobre quienes les rodean, una especie de fascinación. Son los niños índigo, los primeros representantes, tal vez, de una raza humana más evolucionada. Un fenómeno, en el sentido positivo de la palabra, del que el mundo está siendo testigo, y del que se tiene cada vez más conciencia.
A veces se les confunde con los niños hiperactivos, pero los niños índigo no siempre padecen del Síndrome de Deficiencia de Atención e Hiperactividad. Porque hay varios tipos de niños índigo: algunos callados y sensibles, otros creativos y brillantes, y si, los hay que son como una gran bola de energía, incansable y bruscos, pero también encantadores e inteligentes.

¿Qué es un niño índigo, y como poder distinguirlo de los demás? ¿Por qué se les llama de esta manera? ¿Son un milagro? ¿Una señal? ¿Un accidente de la naturaleza? ¿Cómo educarlos, cómo comunicarse con ellos, cómo comprenderlos? ¿Cómo tratarlos para no apagar su maravilloso, espíritu brillante, ni convertirlos en adultos hostiles, frustrados y antisociales?

Al parecer, tenemos en las manos un nuevo, resplandeciente tesoro, que ha comenzado a manifestarse desde los ochenta, la penúltima década del segundo milenio. Lo cual quiere decir que ya existen muchos adultos índigo. Quizás usted mismo sea uno de ellos, y no lo sabe. O sus hijos. Porque esto no es cuestión de herencia, sino de evolución espiritual.

El objetivo de esta publicación es adentrarnos, en una forma amena y sencilla, en ese universo especial constituido por los niños índigo, para poder comenzar a aceptarnos como parte de una realidad que ya no puede negarse, y que requiere de nuevos valores y nuevas reglas. Porque los índigo están aquí para cambiar las cosas, para mejorarlas, para dar a la raza humana una nueva oportunidad. Todo es cuestión de que sepamos aprovecharlas.