OUIJA CAPITULO V (CONSEJOS Y ADVERTENCIAS)
CONSEJOS Y ADVERTENCIAS
A lo largo de los capítulos hemos expuesto las distintas teorías que sobre la ouija existen y, por tanto, tenemos la obligación de advertir a quienes deseen experimentar con la tabla los riesgos que ello conlleva y que cualquier intento de experimentación debe escenificarse contemplando una serie de precauciones antes de iniciar cada sesión. También es un factor muy digno de considerarse el que se refiere al hecho de que hay personas que no son, por decirlo de alguna manera, aptas para el uso de la tabla, ni de otros sistemas de parecidas características aunque adopten todas las precauciones habidas y por haber.
Los que no deben utilizar la tabla:
Muchos expertos comparten la opinión de que el uso de la ouija no debe establecerse jamás como una diversión o pasatiempo de menores —niños y adolescentes—, pero advertiremos que —al margen de la edad física—, cualquier adicto al consumo de estupefacientes, estimulantes (aunque estén oficialmente legalizados) o alucinógenos, no deben asistir bajo ningún concepto a sesiones de ouija. Todas esas substancias y derivados pueden provocar experiencias desagradables o negativas.
Quienes padezcan desórdenes de tipo emocional o físico, sean proclives a las depresiones o se encuentren bajo tratamiento psiquiátrico continuado corren graves riesgos psíquicos en caso de intervenir en experiencias de ouija.
En este grupo de los no aptos incluimos también a cuantos profesan doctrinas cuyos dogmas se contraponen al uso de la tabla y también a aquellos que creen en la existencia de Satanás y demás entidades demoníacas.
Mucha atención a los interrogantes
Cuando se opera con la ouija no es aconsejable hacer preguntas generales o inconcretas (abstractas), ni tampoco trascendentales, pues las respuestas obtenidas tenderán a ser inconexas e incluso absurdas. Se ha de inquirir sobre aquellos temas que realmente nos preocupan como, por ejemplo, si una persona por la que sentimos interés nos corresponde, pero no plantear interrogantes capciosos, dudas religiosas o metafísicas.
También es importante saber ante quién estamos, por eso muchos aficionados a la ouija consultan al tablero si el espíritu que mueve el master es de luz o tinieblas. Si la respuesta indica que se trata de un espíritu negativo (tinieblas), lo más prudente y oportuno es dar la sesión por terminada de inmediato.
No trabaje solo
No es conveniente que se intente la experiencia en solitario. Trabaje al menos con un compañero y tenga en cuenta que el número más coherente para las sesiones de ouija es el CINCO. De estar solo frente a la tabla las tentativas pueden resultar emocionalmente fortísimas, llegando en algunos casos a causar pánico, disturbios o agobios. La presencia de otros experimentadores (a poder ser veteranos) garantiza una situación de intensidad menor cuando sobreviene la angustia, si ésta hace acto de presencia.
Para obtener resultados más beneficiosos o positivos, todos cuantos intervienen en el experimento deben abordarlo dentro de un clima de paz y concordia, de camaradería, y al mismo tiempo con enorme seriedad y respeto. Hablen, comenten antes de iniciar la sesión, y siéntanse positivos y esperanzados. Háganlo convencidos de que el éxito les acompañará y de que lograrán establecer contacto.
Es muy probable, por no decir seguro, que aquellos que por primera vez se integran en una sesión de ouija no tengan para ello un leit motiv más importante —salvo casos específicos— que protagonizar una nueva experiencia que presumen apasionante; es posible, incluso, que estén animados por una mayor o menor dosis de morbosidad y también es lógico que hayan efectuado sus propias composiciones de lugar al respecto. ¿Juego...? ¿Pasatiempo? ¿Fenómeno paranormal? Cabe, asimismo, la posibilidad de que exista un cierto grado de escepticismo. Por todas estas razones queremos advertir a quienes se inician que, si durante la sesión se producen hechos que alteran totalmente sus, llamémosles planteamientos-base, traten en todo momento de mantener el equilibrio y la coherencia y estar prevenidos sobre o contra cualquier manifestación: es decir, que mantengan el criterio suficiente para disociar de manera racional lo que pueden ser fenómenos positivos o negativos sabiéndose mantener al margen de estos últimos.
Orar al principio y al final
Recitar una oración al inicio y epílogo de una experiencia con la ouija es tan recomendable como necesario. No se conocen ruegos u oraciones específicos al respecto, tratándose, por lo tanto, de una iniciativa de los integrantes del experimento. Hay algunos que se amparan en rituales cristianos como puede ser el Padrenuestro... Otros, sin embargo, sostienen la teoría y aconsejan el hecho de que, una vez los participantes hayan situado sus dedos sobre el master, deben decir de viva voz o mentalmente:
Oh Dios del universo, yo libero mi psyché a la corriente del poder del universo. Yo sólo deseo el bien, y mi única necesidad es la de aprender y evolucionar. Protégeme de las fuerzas negativas y envuélme con el amor puro.
Lo que se recomienda en líneas generales como metodología más adecuada es orar de forma y manera que uno se sienta relajado, tranquilo y cómodo con la oración que interpreta, ya sea dogmática o de estructura privada. Todas ellas son igualmente correctas y beneficiosas, siendo lo más importante e imprescindible que se reciten con un alto grado de espiritualidad y convicción.
Autor: Francisco Caudet Yarza
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