Mundo Esotérico

Artemisa entre los griegos y Diana entre los romanos. Se le consideraba diosa de las doncellas, ya que estaban bajo su protección niñas y jóvenes. También era protectora de los cachorros de los animales salvajes como el oso, el lobo y el leopardo.

Se le consagraron el ciprés y la palmera, y se le asociaba con todo lo relativo al cultivo, abundancia y crecimiento de todos los vegetales. Se le vinculaba con el agua y también se le consideraba diosa de los lagos.

Sus dos símbolos eran el arco de plata y la antorcha. El primero significaba la luna llena, y el segundo la luz, el calor, el sexo y la vida.

La peculiaridad de sus sacerdotes consistía en que eran eslavos que se habían escapado y se refugiaban en su santuario, éstos vivían en constante zozobra, pensando que en cualquier momento se escaparan otros esclavos, llegaran a darles muerte a ese lugar, y se convirtieran en nuevos sacerdotes.

Desde el punto de vista astrológico, la luna como elemento activado, se interpreta como la sensibilidad, y como se podrá observar, tal parece que su influencia es mucho mayor tratándose de personas jóvenes.

Su influencia, también se considera determinante en cuanto al crecimiento, o sea, en cuanto ala formación del ser.

Su influjo sobre las aguas terrestres es algo visiblemente comparable; y si recordamos que dos terceras partes del cuerpo humano están constituidas de este líquido, nos será fácil comprender el por qué de la marcada influencia que ejerce sobre nosotros.
Otra de sus interpretaciones también es la incertidumbre, un estado de inquietud constante, motivado por la pequeñez de su órbita, y por su cercanía a la tierra.
Su influencia en nuestra vida sexual es totalmente determinante, tanto en los hombres como en las mujeres.