Mundo Esotérico

¿Quien es la Virgen María?

La Biblia habla muy poco de su vida, María Santísima, como es del dominio público, es la madre de Dios. La elegida según el evangelio de Lucas para ser la madre de Jesús, en donde la describe como una joven y agraciada mujer que vivía en Nazaret un pueblo al norte de Jerusalén, y comprometida con José, de oficio carpintero. La vida de esta singular mujer cambió el día en que el arcángel Gabriel le anunció la noticia de que traería a este mundo al Mesías.

En adelante sólo algunos pasajes de a Biblia hablan de la Virgen María y de lo que le llaman “los hermanos de Jesús” sin embargo no se tiene mayor información, hasta tocar el punto de la Pasión de su primogénito. Posterior a la muerte de Cristo, algunas versiones apuntan a que la Virgen se marchó hacia Asia Menor, en la zona de Efeso, donde Inicia el culto. Otros historiadores aseguran que se le relaciona con este lugar debido a que en estas tierras se le, rendía culto a la diosa griega Artemisa o Diana, para los romanos.

Debido a que se desconoce la vida de María, muchos teólogos a lo argo de la historia se han dado a la tarea de saber un poco más sobre ella, lo que en el caso de Santo Tomás de Aquino la definiera como una mujer libre de pecado, incluso el que conocernos como pecado original, pues según el teólogo, María había nacido sin él.
A su vez Dun Scouts afirmó que la Virgen estuvo libre de pecado desde el momento de la concepción. Dando origen a la doctrina de la Inmaculada Concepción, la cual se convirtió en un dogma de fe, dentro de la Iglesia Católica Romana en 1954.

Otro punto importante que ha recavado incontable debates es la Asunción de María, un hecho relatado con pocas especificaciones. Esto debido a que la mayoría de los católicos afirman que la Virgen primero falleció y luego subió su cuerpo inerte al cielo. Dogma que fue reconocido en 1950 por el Papa Pío XII.

El significado de una aparición.

El significado de la palabra “aparición”, según la creencia popular es la visión que una persona tiene de un ser humano o de alguna entidad no natural y que puede no pertenecer a este mundo.

Desde la perspectiva religiosa una aparición tiene que ver con el orden profético y los mensajes de Dios. Se dice que donde no hay una experiencia religiosa, se debe de inspirar, lo que nos remonta a que en los momentos críticos de la historia del hombre, el espíritu religioso anhela una experiencia convincente como consuelo.

En esta postura la teología las define como “experiencias mentales en las que realidades invisibles tales Dios, los Ángeles, incluso los Santos, y otros se vuelven accesibles a los sentidos físicos de un modo natural”, buscando la salvación humana. Por ello encontramos que en gran parte del Antiguo Testamento existía un sinnúmero de manifestaciones religiosas, las cuales terminan con la llegada de Jesús.

A lo que muchos le llaman el libre albedrío, porque ya el hombre tenía a libertad de actuar y de pensar. Por ello Jesucristo comenzó el final de los tiempos escatológicos, caracterizados por el evento de la salvación que se inició con Él. Desde el punto de vista estrictamente religioso, después de la Resurrección de Cristo hasta Su segunda venida, Dios no puede ampliar la revelación en el sentido de hacer una nueva alianza. Sólo puede ejecutar la Intervención final prometida al final de los tiempos, mediante la cual dará cumplimiento a la salvación ya iniciada del mundo. Pero antes de ello de diversos modos puede influir inspirativamente en la realización de dicha salvación.

Por ello el “discernimiento de espíritus” (1 Cor 12, 10; 1 Juan 4, 1; 1 Pe 5,8), como lo define la Biblia o apariciones, tienen la función de buscar la salvación del hombre. Pero a su vez tienen que ser estudiadas por la propia teología para determinar si son reales o pertenecen a la sugestión colectiva.

Las apariciones son consideradas subjetivas cuando la mente del presente es la encargada de crear imágenes, sonidos y ambientes. Se les conoce como objetivo cuando este tipo de manifestaciones se dan en contra de la voluntad del testigo. G.N.M., Tyrrel, en 1943 las catalogó en 4 clases: experimentales, postmortem, las de momentos científicos y las de fantasmas. Pese a ello el autor considera en su libro “Apparitions”, que las apariciones son percepciones creadas para expresar ideas.

Características de las apariciones:

*La mayoría de las apariciones se encuentran rodeadas de luz, ya sea un halo o luminosidad fuera de lo normal.
*Suelen venir acompañadas de sonidos, música, color, efectos especiales en el medio ambiente y aromas.
*El testigo, experimenta sensaciones de paz y de estar viviendo algo que no es terrenal, algo sublime.
*La mente del espectador suele abrirse repentinamente y entender cosas que antes no conocía. Su cuerpo suele sentirse invadido por una extraña oleada de felicidad si la visión es benévola o terror si la visión es oscura.
*La mayoría de las apariciones suelen darse cuando la persona se encuentra sola, descansando o apartada del ruido y de a gente.
*En cada aparición siempre hay un mensaje que tiene que ser comunicado.
*Cuando la aparición es larga y repetida suele dejar huella en la personalidad del testigo. Mucho se ha dicho que la persona que ha vivido un tipo de aparición cambia desde su forma de actuar, hablar y hasta de ser.

Las apariciones de la Virgen de Guadalupe


Se dice que Juan Diego, un indígena evangelizado de 57 años de edad, diario tomaba camino desde Tulpetlac, donde vivía en la casa de su tío Juan Bernardino, hasta el templo de Santiago Tlatelolco, donde tomaba doctrina.
Los hechos sucedieron la mañana del sábado 9 de diciembre de 1531, cruzando el cerro del Tepeyac, cuando el trinar de los pájaros le llamó a atención al macehual, quien extrañado y conquistado con tan prodigioso trinar se quedó embelesado. Posterior a ello escuchó una dulce voz que le llamaba. Juan Diego se acercó para descubrir una mujer rodeada de un halo de luz, que le pedía construir un templo en ese cerro. Juan Diego tomó camino y solicito hablar con Fray Juan de Zumárraga. El Obispo al escuchar el relato, no le cree. Juan Diego regresó por la tarde al cerrito y para contarle a la Virgen lo sucedido diciéndole que envíe alguien más conocido para que sea escuchado, a lo que María le solicita regrese. El domingo 10, Juan Diego después de haber escuchado misa vuelve a insistir con el encargo de la Virgen y esta vez Zumárraga decide pedirle una prueba. Atrás de Juan Diego, el fraile envía un par de personas para que siguieran al indígena y saber de esta manera con quién estaba hablando.

Gran sorpresa se llevaron los espías enviados por el padre que mientras seguían a Juan Diego le perdieron vista en pleno cerro por lo que tuvieron que regresar sin novedades. Por su parte el elegido por María para llevar la noticia, al llegar ante Ella le platicó lo acontecido solicitándole como lo había dicho el propio Fray Juan de Zumárraga, la prueba. A lo que la Virgen le respondió diciéndole que al día siguiente pasara por lo solicitado. Sin embargo cuando Juan Diego llegó a casa encontró muy enfermo a su tío, a quien pasó cuidando todo el día lunes 11, hasta el día martes que Juan Bernardino le pide a su sobrino vaya por un sacerdote para que lo confiese.

En el camino Juan Diego tenía que cruzar el cerro, y para evitar a la Señora prefirió rodear el monte para no toparse con Ella, pero no la pudo evitar, la Virgen se le volvió a aparecer preguntándole hacia dónde se dirigía, y una vez que aquel hombre de fe le explicó, Ella con voz dulce y tierna, le dice que no tiene porqué preocuparse de su tío, pues con el efecto de bilocación en ese mismo momento se le había manifestado a Juan Bernardino, curándolo por completo de sus males.

Juan Diego, con fe ciega creyó en las palabras de la Señora y atendió lo que Ella le había indicado, subiendo a la punta del cerro a cortar muchas flores. Para ese entonces y con el frío de diciembre, el macehual recoge rosas de castilla y las lleva en presencia de la Virgen, quien las toma con sus manos y las coloca sobre la tilma de Juan Diego, ordenándole llevarlas ante el obispo Zumárraga y que sólo a él se las presentara.
Y así lo hizo, una vez que estuvo presente ante Fray Juan de Zumárraga, Juan Diego extendió la tilma y dejó caer las rosas, mostrando sobre el ayate la imagen de María Santísima de Guadalupe.

Una vez realizado el milagro, el templo fue erigido y Pío X proclama a Nuestra Señora de Guadalupe como “Patrona de América”. Tuvieron que pasar 459 años para que Juan Pablo II beatificara en 1990, al indígena Juan Diego, después de aquel milagro.

Los misterios del ayate

El Milagro Guadalupano, como es lógico se ha hecho acompañar de actos de escepticismo por lo que muchos no creyentes han decidido estudiar de cerca el ayate, quedando sorprendidos por los hallazgos encontrados. Así podemos enlistar un sinnúmero de detalles que al parecer son insignificantes, pero que en realidad forman parte hasta nuestro días de la fe que mueve ciento de fieles cada 12 de diciembre, y que en vez de mermarla, cada día va en aumento.

El primer incidente

La leyenda cuenta que en 1791, accidentalmente le cayó ácido muriático en el lado superior derecho de la Tilma. Pese a lo que significaba este incidente, el milagroso ayate tardó únicamente 30 días en reconstituirse sin tratamiento alguno. Hoy en día podemos advertir sólo una leve decoloración, que recuerda el incidente.

El milagroso Ayate

Debido a que muchas dudas han surgido sobre la Veracidad del milagro, hace un par de siglos decidieron pintar una réplica de la Virgen, y gran sorpresa fue la que se llevaron al descubrir que la fibra de maguey similar a la utilizada en la fabricación de la Tilma de Juan Diego, no se pudo conservar por mas de 20 a 30 años. Es decir que la réplica se desintegró en un par de décadas. A diferencia del milagroso ayate, que ha perdurado por casi medio milenio, después de haber permanecido más de un siglo sobre una pared húmeda, entre el humo de miles de velas, y tocada por muchedumbres de indígenas.

En el siglo XVIII los científicos realizaron pruebas que mostraban cómo era imposible pintar una imagen así en un tejido de textura tan burda. Esta afirmación fue corroborada por el profesor español Don Francisco Camps Ribera, reconocido mundialmente como experto en técnicas pictóricas que ha trabajado en las primeras pinacotecas de España, Italia, Francia, Bélgica Holanda, Inglaterra, EE.UU. y Canadá, después de examinar a tela, observó que no estaba preparada para pintar sobre ella. Y concluyó: «Ningún artista humano hubiera elegido para realiza, su obra un lienzo de esta calidad sin preparación».

Richard Jun, Premio Nobel de Química, hizo análisis químicos sin conocimiento de la procedencia de las fibras, en los que se pudo constatar que la imagen no tiene colorantes naturales, ni animales, ni mucho menos minerales. Dado que en aquella época no existían los colorantes sintéticos.

Otro prodigio del ayate es que algunos estudiosos del milagro Mariano aseguran que si se logra estar a menos de 10 centímetros, sólo se ve la tela del maguey en crudo, es decir que los colores desaparecen. Ya que todo indica que al parecer la pintura flota.
Ante tal situación, científicos de la NASA, comandados por el Dr. Phillip S. Callaghan, biofísico de la Universidad de Kansas, en Estados Unidos y el profesor Jody Brant Smith, científico y técnico en pintura, señalaron que los resultados de su investigación no arrojaron ningún elemento conocido en la Tierra, como parte de la pintura.
Además, la imagen cambia ligeramente de color según el ángulo de visión, un fenómeno que se conoce con el término de iridiscencia, una técnica que no se puede reproducir con manos humanas.

Otro experimento que le realizaron fue pasarle rayo infrarrojo de forma lateral sobre la tela, con lo que descubrieron que la coloración, es decir la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe, no se encuentra ni en el anverso ni en el reverso sino que los colores al parecer flotan a una distancia de tres décimas de milímetro, sobre el textil, sin tocarlo.

Otro portento cuentan personas allegadas a los encargados de resguardar la imagen de María Santísima de Guadalupe, es que muchos hombres a lo largo de la historia le han agregado detalles a la tela, mismos que desaparecen casi de inmediato, quedando el lienzo original intacto.

La cinta en color negro que la Virgen de Guadalupe porta sobre su vientre significa que se encuentra encinta, por ello la curiosidad de algunos científicos fue movida al grado que, cuentan algunos devotos, un médico decidió escuchar el vientre de la Virgen con un estetoscopio, descubriendo 115 latidos por minuto, como si trajera un bebé en el regazo materno.

Otro de esos milagros que no dejan de asombrar a los fieles es que en alguna ocasión se decidió tomar la temperatura a la Tilma, obteniendo como resultado 36.6 grados, la misma temperatura a la que se mantiene el cuerpo humano.

Los ojos de la Virgen



Los ojos de la Virgen han sido motivo de investigación, sobre todo después, de que se encontrara la imagen de un hombre, el cual se sospechaba desde el primer indicio era Juan Diego, en una de las apariciones que tuvo María Santísima ante el indígena. Es en 1929 cuando Alfonso Marcué, fotógrafo de la antigua Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, descubrió lo que parecía la clara imagen de un hombre con barba reflejado en el ojo derecho de la Virgen.
De ahí expertos en el tema se dedicaron a analizar la representación sin el vidrio de por medio, confirmando lo que se creía: la imagen de un hombre ante la Virgen de Guadalupe, al cual ve desde arriba. Entre los encargados de realizar esta investigación se encuentran Don Carlos Salinas Chávez, Luis Toral González, Manuel de la Mora y el doctor Rafael Torija Lavoignet.

El Dr. Enrique Graue, director de un hospital oftalmológico en México, en una entrevista aseguro que al revisar los ojos de la Virgen con un oftalmoscopio de alta potencia, pudo apreciar como un ojo vivo. En estos ojos aparece el efecto Púrkinje-Sánsom: se triplica la imagen en la córnea y en as dos caras del cristalino.
El ingeniero José Aste Tonsman, científico de origen peruano y miembro del Centro de Estudios Guadalupano de México, en el Ateneo Pontificio “Regina Apostolorum”, de Roma, realizó una exhaustiva investigación sobre los ojos de la Virgen apoyándose en la tecnología digital desde 1979.

Uno de los enigmas descubiertos fue que al ampliar el iris de la Morenita del Tepeyac, encontró el reflejo de 12 presentes, testigos del Milagro Guadalupano. Es decir que las imágenes encontradas en los ojos de la Virgen son como el reflejo que nosotros tenemos cuando estamos viendo algo.

Los 12 testigos son las personas que se encontraban en el momento en que Juan Diego le presentó el ayate a Fray Juan de Zumárraga. En dicha escena, explica Aste Tonsman, se distinguen un indígena sentado que mira hacia lo alto; el perfil de un hombre anciano, con la barba blanca y la cabeza con calvicie avanzada, como el retrato de Juan de Zumárraga realizado por Miguel Cabrera para representar el milagro; un hombre más joven, el intérprete Juan González; un indio de rasgos marcados con barba y bigote, que abre su propio manto ante el obispo, sin duda Juan Diego; una mujer de rostro oscuro, una sierva negra que estaba al servicio del obispo; un hombre de rasgos españoles que mira pensativo acariciándose la barba con la mano.

“En el centro de las pupilas, además, a escala mucho más reducida —apunta—, se puede ver otra escena, totalmente independiente a la primera. Se trata de una familia indígena compuesta por una mujer un hombre, y algunos niños. En el ojo derecho, aparecen otras personas de pie detrás de la mujer”.

Esta investigación fue presentada por el mismo José Aste, en conferencia de prensa hace algunos años, conmocionando aún más a los fieles.

El Manto de la Virgen

Los misterios que rodean a la Santísima Virgen de Guadalupe son incontables, tal es el caso del manto que la cubre, en el cual se ha descubierto que se encuentra plasmado el cielo en el solsticio de invierno, visto desde el cerro del Tepeyac.

Recordando que el solsticio era una fecha muy importante para el México antiguo, algunas investigaciones afirman que el manto tiene plasmado el momento preciso del milagro, la mañana del martes 12 de diciembre a las 10:26, instante en el cual entro el solsticio en ese año.

Las estrellas se encuentran agrupadas como es en la realidad por ello del lado izquierdo del manto (para nosotros derecho porque a vemos de frente) se encuentran “comprimidas” las constelaciones del sur. Mientras que su lado derecho tiene las constelaciones del norte. Especialistas aseguran que son las 46 estrellas más brillantes que rodean el horizonte del Valle de México.

Lado Izquierdo

La constelación de Ofiuco (Ophicus), representada por 4 estrellas que la forman.
Libra y Escorpión (Scorpuis), se encuentran ubicadas en la parte inferior. Mientras que en la parte media está Lobo (lupus) y al extremo está Hidra (Hydra).
Poco más abajo podemos encontrar a la Cruz del Sur (Cruz) ya su izquierda aparece Centauro (Centaurus).
Finalmente y de manera única se encuentra en la parte más baja del manto la agrupación estelar de Sirio.

Lado Derecho

Un fragmento de la constelación de Boyero (Bootes) lo podemos encontrar; si bajamos un poco la mirada encontramos la Osa Mayor (Ursa Mayor) rodeada por la cabellera de Berenice (Coma Berenices), hacia arriba.

Abajo Lebreles Canes (Venatici)
A su izquierda Tluban la estrella más brillante de la constelación de Dragón (Draco).
Bajando un poco más la mirada podemos ver otro par de estrellas de la Constelación del Cochero (Auriga), así como tres estrellas de Tauro (Taurus).

El milagro ante La Ley del Aborto



Según algunos testigos luego haber sido aprobada la iniciativa que permite el aborto legal hasta la semana 12 de gestación, el 24 de abril se celebró una misa en la Basílica ofrecida para los niños abortados no nacidos. Al término deja misma muchos feligreses tomaban fotografías cuando la imagen de la Virgen comenzó a borrarse, para dar lugar a una luz intensa que emanaba de su vientre, constituyendo un halo brillante teniendo la forma de un embrión.
Según los expertos la luz procede del vientre de la Virgen dejando aun lado la posibilidad abierta de que sea un reflejo o un artefacto.
Según el ingeniero Luis Girault, confirmó la autenticidad algunos negativos, con los que pudo reiterar la autenticidad del milagro asegurando que:
La imagen no procede de ningún reflejo, sino que sale literalmente del interior de la imagen de la Virgen.

La luz producida es muy blanca, diferente de los flashes.
La luz se rodea con un halo que posee forma y medidas de un embrión y parece flotar al interior del abdomen de la Virgen.
Este halo posee la forma y las medidas de un embrión.

El atentado

Uno de los más grandes misterios dentro de la devoción Guadalupana es el atentado que ocurrió en la Antigua Basílica de Guadalupe, el cual no resulto como se esperaba.
Los registros apuntan que Luciano Pérez, depositó aparentemente de manera devota, un arreglo floral al lado de la Tilma de Juan Diego. Pocos minutos después una gran explosión hizo estremecer a los presentes, ya que dicho arreglo, llevaba escondido entre las flores una bomba.

Ese 14 de noviembre de 1921 sólo se vivió el susto de estruendo, porque a pesar de lo que pueda creer, todo quedó destruido a su alrededor a excepción del Ayate. En contraste un candelabro de metal en forma de cruz fue el que se llevó los daños, quedando completamente doblado.
Hoy, en memoria de aquel alentado, la cruz doblada se puede observar en las inmediaciones de la Basílica, recordando el milagro.

La leyenda del Pocito



Varias versiones han intentado explicar el origen del manantial que brotaba en el lugar donde hoy se encuentra la capilla del pocito.
Algunos historiadores aseguran que en ese lugar fue donde la Virgen realizó sus apariciones, mientras que otros opinan que ahí fue donde la Virgen tocó las rosas de castilla para ser llevadas a Fray Juan de Zumárraga. Lo cierto que siglos después del milagro del tepeyac este manantial fue considerado con poderes milagrosos y de sanación.
La fama por esta agua prodigiosa corrió de manera tan rápida, que pronto lugareños y gente de lejos visitaba el lugar, esto llevó a que quienes buscaban un milagro bebían el agua, así como aquellos con heridas u otro mal, buscando ser aliviados.
Cuenta la leyenda que el franciscano Calixto González Abecenraje, mejor conocido como el beato del Pocito, pasó una noche por el lugar donde emergía el agua y escuchó cantos de pájaros y una música celestial, por lo que montó guardia.
Estaba convencido de que era necesario levantar una Iglesia en ese lugar, por lo que comenzó a hacer representaciones de las Apariciones de la Virgen, recolectando limosnas de los que pasaban y se detenían a verle. Durante siete años vivió como ermitaño en el santuario.

De esta forma Logró conseguir 40 mil pesos, una fortuna para aquel entonces. Al llevarlos al arzobispo, éste sorprendido no le quedó más que aportar los 10 mil que faltaban, para que el arquitecto Francisco Guerrero y Torres, diseñara sin cobrar, la nueva capilla. De igual forma trabajaron albañiles del lugar, quienes sin cobrar un peso y dedicándole los días de descanso, terminaron la edificación en 1791.
Dicen algunos historiadores que cuando José María Morelos y Pavón iba a ser ejecutado en el actual municipio de Ecatepec de Morelos, pidió como última voluntad ir a orar a esta capilla.

Oraciones a la Virgen de Guadalupe

Oraciones dedicadas a la Virgen de Guadalupe
Madre Santísima de Guadalupe. Madre de Jesús, condúcenos hacia tu Divino Hijo por el camino del Evangelio, para que nuestra vida sea el cumplimiento generoso de la voluntad de Dios. Condúcenos a Jesús, que senos manifiesta y senos da en la palabra revelada y en el Pan de la Eucaristía, Danos una fe firme, una esperanza sobrenatural, una caridad ardiente y una fidelidad viva a nuestra vocación de bautizados. Ayúdanos a ser agradecidos a Dios, exigentes con nosotros mismos y llenos de amor para con nuestros hermanos. Amén

Oración

Virgen de Guadalupe Hermosa Virgen de Guadalupe, te pido en nombre de todos mis hermanos del mundo que nos bendigas y nos protejas.
Danos una prueba de tu amor y bondad y recibe nuestras plegarias y oraciones.
Oh Purísima Virgen de Guadalupe, alcánzame de tu hijo el perdón de mis pecados, bendición para mi trabajo, remedio a mis enfermedades y necesidades, y todo lo que creas conveniente pedir para mi familia.
Oh Santa Madre de Dios, no desprecies las suplicas que te dirigimos en nuestras necesidades.

Oración para curar el cuerpo

Jesús, tus manos y tus pies fueras traspasados. Traspasado también fue tu lado.
Todo fue traspasado para que fuésemos sanados, para que nuestro cuerpo, templo del Espíritu Santo, fuese purificado.

Jesús, por tu paciencia en los sufrimientos ¡danos la cura! Sana de la impaciencia a nuestros enfermos ya los que los socorren. Tú sabes que sufriendo se pierde la calma. Devuélvenos el amor, para que podamos soportar el dolor, como Tú mismo lo soportaste.

¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de nosotros!
Jesús obedecías al Padre, oías su Palabra y lo glorificabas con tus labios. Restitúyenos los oídos y el habla.

Oh María de Guadalupe, como Madre cariñosa, envuélvenos, prepáranos, lávanos y purifícanos, para que estemos preparados para servir a nuestro Señor y que Seamos disponibles entre nosotros. (Rezar: Padrenuestro, Avemaría y Gloria)

Oración

Hermosa Virgen de Guadalupe, te pido en nombre de todos mis hermanos del mundo que nos bendigas y nos protejas. Danos una prueba de tu amor y bondad y recibe nuestras plegarias y oraciones.

Queridos hermanos, antes que nada quiero deciles que la Virgen de Guadalupe es buena y milagrosa y siempre nos acompaña en cualquier lugar.
Oh Purísima Virgen de Guadalupe, alcánzame de tu hijo el perdón de mis pecados, bendición para mi trabajo, remedio a mis enfermedades y necesidades y todo lo que creas conveniente pedir para mi familia.

Oh Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades. Amén

Oración del conductor

Al tomar asiento y colocar mis manos al volante del vehículo te imploró, Dios y Señor para que seas Tú la luz que preceda en mí caminar.

Pon en mi mente el buen entendimiento de tu Amor para frenar mis impulsos y cuidar en tu nombre mi vida, la de los míos y la de mis semejantes.
Dame la serenidad para recordarte en todo momento y cúbreme con las suaves alas de tu infinita misericordia. Amén.

Santa María de Guadalupe, Madre de Dios y Madre mía. Auxilio de los cristianos, que has realizado y sigues realizando tantas maravillas, te suplico con todo el fervor de mi alma, me cuides y guíes por el buen camino. Amén.