Mundo Esotérico

Con la Astrología Kármica, podemos adquirir ciertos conocimientos acerca de nosotros mismos, y de nuestras pautas heredadas, por un lado, y de nuestro potencial, de nuestras posibilidades de realización, por otro.

La órbita que describe la Luna alrededor de la Tierra tiene una inclinación ligeramente superior a 5 grados con respecto a la Eclíptica (línea que el Sol describe, aparentemente, alrededor de la Tierra). Eso significa que la órbita lunar corta, todos los meses, dos veces a la Eclíptica, una cuando la cruza en sentido ascendente (Nodo Norte o Cabeza del Dragón) y otra cuando lo hace descendiendo (Nodo Sur o Cola del Dragón). La línea que une ambos Nodos Lunares no está fija, sino que se mueve en sentido retrógrado al de los signos del Zodíaco, empleando poco más de 18 años en dar una vuelta completa.

En tus anteriores vidas tenías fijación por tu pareja y, en general, por las ideas de los demás o por el que dirán. Eso te impidió desarrollar tu auténtica personalidad, viviendo un tanto a merced de los demás. Tus miedos por romper el equilibrio o la armonía de la vida te impedían dar pasos adelante. Ahora, en cambio, la vida te invita a actuar.
Ha llegado el momento de ser tú mismo, de que aprendas a tomar decisiones; estás aquí para mostrar tu propio camino, para aprender a actuar con más espontaneidad de lo que lo hiciste antes, sin cortarte, y, si es necesario, incluso para que los demás te vayan siguiendo. Para la tendencia al liderazgo que puedes desarrollar en esta vida, no te olvides de aprovechar el conocimiento de los demás que traes de las anteriores. Por otra parte, tus capacidades artísticas, estéticas o éticas puedes aprovecharlas ahora para tus iniciativas profesionales.

Quizá profundizaste demasiado en tus otras vidas debido a tu curiosidad por conocer los secretos de la vida y por encontrar lo oculto, tanto los tesoros como las miserias. También te empujaron tus necesidades de transformación, de muerte para una posterior regeneración. Tu particular aversión hacia las cosas tal y como parecían ser te hizo practicar una especie de juego de camuflaje por el que podías desconcertar a los demás.

Tanta perspicacia por captar lo invisible te dio una psicología notoria, pero te dejó exhausto. Por eso ahora necesitas tomar las cosas con más calma y con menos susceptibilidad. Estás aprendiendo a dar importancia a las cosas materiales, es decir, a todas aquellas que se pueden ver y tocar, y, especialmente, a todas las que te puedan proporcionar un nivel de vida más basado en el tener que en el ser, en lo que en otros tiempos estuviste tan ocupado.

En tus vidas anteriores estabas lleno de autoconfianza y estímulo, de optimismo; tanto que no tenías tiempo para planificar, preparar o informarte. Ibas lanzado. Tampoco querías perder el tiempo en pequeñas cosas; los detalles, los dejabas para los demás.
A veces, la confianza heredada de antes te puede hacer malas jugadas. Ahora deberás aprender que no todo es tan fácil y que el optimismo conviene que se base en algo, de lo contrario, puedes tener tropezones. Así que, en lugar de confiar en la providencia, debes aprender a desarrollar tus habilidades para ir resolviendo problemas y, sobre todo, para ir concretizando puntos. Digamos que tu mentalidad tan abstracta como universal y cosmopolita ha aterrizado aquí para aprender a prestar atención a lo más inmediato o a lo más cercano. La filosofía no basta: ahora tienes que aprender a ser práctico.

Tu vieja alma se preocupó en exceso de los problemas profesionales y económicos, quizá con la intención de ayudar a tus padres o atado a una relación de dependencia con ellos. En parte, lo que más te importaba era ganarte el respeto de los demás, estar entre la "crême" social. Ahora todavía aspiras a ello, mientras los vínculos o las cargas familiares pueden seguir siendo intensas.

Pero estás aquí para eso: aprender a romper con atavismos familiares. Y, para algo más: aprender a ser tierno. Una de tus misiones actuales será comprender que no todo en las relaciones familiares es economía y trabajo, sino que el cariño puede tener más fuerza que el dinero. Para evolucionar correctamente tendrás que encontrar el equilibrio entre la dedicación al trabajo y la energía que debes dedicar a construir una familia y a protegerla. Es posible que las extraordinarias cargas no te hayan permitido disfrutar tu juventud, y que te hayas notado obstaculizado. Por eso tienes que ir aprendiendo a ser niño, a soltar tus sentimientos, que puedes traerlos algo oxidados.

De tus vidas anteriores te has traído ese gusto por lo extraño, lo excéntrico y fuera de lo normal que tienes en el fondo. Entonces colaboraste mucho con otras personas, hacías trabajos en equipo, y muchos de ellos con fines sociales. Tan entregado estabas a los demás que no te dio tiempo a desarrollar tu ego, que ahora descubrirás en toda su dimensión. Ello debe traducirse en una necesidad de creación propia, de la que quizá el empeño por los hijos sea el paradigma. En tu realidad más profunda, puede que te atraigan los hijos porque sabes que ellos serán el futuro, y porque quizá en otras vidas te tuviste que ocupar de los hijos de los demás.

De manera que ahora, en esta vida, es cuando tienes la ocasión de aprovechar tus conocimientos sociológicos para ser el director del equipo o alcanzar un papel central en tu escena cotidiana que al mismo tiempo te permita poner en práctica aquella sabiduría en beneficio de los demás y alcanzar un brillo personal, algo que en otros tiempos te negaste a ti mismo.

En vidas anteriores fuiste intuitivo, sentimental y sentías una gran compasión por los débiles o por los que sufren. Llevaste a cabo tareas humanitarias y comprendiste lo que era la solidaridad. Pero tu vida se volvió un caos, una especie de bazar en la que había de todo un poco.

Ahora, estás aquí para alcanzar el sentido de la discriminación que antes te faltaba. Si aprendes a ver los detalles y a separar el grano de la paja, estarás estableciendo un orden en tu alma oceánica, para la que "todo el mundo era bueno". Además, tanto querer hacer favores a los demás, puede haberte creado algo de resentimiento, porque, al final, de ti ¿quién se preocupa? ¿quién te ayuda? LLegado aquí, deberás comprender que esta preocupación es una especie de pescadilla que se muerde la cola, porque tus enormes ganas de ayudar son, en el fondo, una manera de pedir ayuda y socorro. Lo mejor es que la pidas abiertamente, sin esperar a que los demás tengan tus mismas ansias redentoras y que vayan a consolarte sin más, como tu quisieras.

Antes fuiste bastante primario, casi primitivo; te lanzabas a la acción casi sin mirar y luego no sabías tener la paciencia suficiente como para sacar partido de tus numerosas iniciativas. Así que, como la tranquilidad para ti era un anatema, no parabas de hacer cosas, pero cosechaste poco. Lógicamente, no tenías demasiado tiempo para pararte a escuchar a los demás o a considerar sus puntos de vista. Ibas como un kamikaze haciendo camino.

Pero en esta vida tienes mucho que aprender de los demás. Te darás cuenta que sin la opinión, el consejo o la participación, es difícil conseguir algo. Quizá tu pareja tiene mucho más que decir de lo que tú imaginaste jamás.

Tienes que dejar de ser un niño pequeño, egocéntrico y quizá con mentalidad de héroe, como fuiste antes, para pasar a ser un adulto que se relaciona con sus semejantes, donde el saber estar y la capacidad diplomática cuentan lo suyo.

Estuviste demasiado preocupado con los asuntos materiales y económicos, deseando todo aquello que te pudiera asegurar una estabilidad o seguridad material.
Ahora, en cambio, te darás cuenta de que eso no es lo más importante en la vida, y tendrás que aprender a confiar en que las necesidades siempre se van cubriendo sin necesidad de obsesionarse por ellas. Más aún, has venido aquí a descubrir que hay otro tipo de necesidades que pueden ser más fuertes que las materiales: se trata de las necesidades emocionales a las que en otras vidas temías al mismo tiempo que las deseabas y sobre las que todavía tienes recelos. Comprender esto y aprender a disfrutar el intercambio afectivo, en el que también entra el goce de la sexualidad, es uno de los mayores pasos que puedes dar en esta vida de cara a tu evolución.

Te acostumbraste a moverte de un sitio para otro y a multiplicar tus contactos, estando informado de todo y, ¿por qué no?, buscando el oportunismo que brinda tal situación. Eso también te hizo actuar por imitación a unos u otros, según el ambiente en el que estuvieras, lo que te llevó a tener múltiples caras. Pero la verdad es que no tenías una filosofía clara en tu vida o unos ideales por los que luchar, y por eso te faltaba la concentración necesaria para alcanzar el éxito que soñabas y creías merecer.
En esta vida todavía te sentirás inclinado a actuar de ese modo, pero sólo alcanzarás tu misión cuando tengas unos ideales, un sueño o una pasión que permita localizar tu capacidad polifacética y tus dotes virtuosas. De lo contrario, lo único que irá creciendo será tu ego, que intentará explicarle al mundo lo hábil que tú eres.

En tus vidas anteriores has ejercido un papel sumamente protector y has podido resultar afortunado con el don de la intuición, el romanticismo, la capacidad para penetrar en el misterio e, incluso, saber sintonizar con el lado femenino y oscuro de la Naturaleza, lo que te hizo ganar muchas simpatías. Pero la vida actual te enseña que las cosas no son precisamente de color de rosa como tú las imaginabas.

Has tenido que aprender a hacerte responsable, organizado y metódico para ganarte el respeto de la sociedad; era un camino necesario para colmar tus elevadas aspiraciones profesionales. Tu problema está en que has tenido que aprender a ser algo frío y calculador, buscando el interés, cuando verdaderamente eres subjetivo, lo que te hace medir a las personas y las situaciones más por los estados de ánimo que por otra cosa; así llegaste a esta vida, lo demás es nuevo.

En otras vidas estuviste muy centrado en la realeza, gustando de las cosas nobles, cómodas o, incluso, con cierto sibaritismo. Estabas acostumbrado a ser el centro de las miradas y a dirigir a los demás. Alcanzaste un gran orgullo por tus capacidades y tus creaciones, y así te llegaste a creer el centro del mundo.

Sin embargo, tu misión en esta vida es la de alcanzar a ser algo más que uno mismo: ser parte de una sociedad que necesita tus servicios y tus capacidades. Para ello tendrás que comprender que la vida es más plural, variopinta y sorpresiva de lo que nunca llegaste a imaginar. Podrás pisar otros terrenos que no sean necesariamente aristocráticos sin que pase nada malo; al contrario, podrás aprender de la variedad. También tienes que aprender a funcionar sobre ese concepto de libertad y de cambio que te atrae y, al mismo tiempo, te hace sentir el miedo a perder las posiciones de privilegio que te dieron tus vidas anteriores.

Has llegado aquí con una tendencia crítica y discriminativa, porque antes te fijabas, más que nada, en las pequeñas cosas y en los detalles. Tu pulcritud y tu meticulosidad eran tales que no te permitían relajarte ni darte cuenta de la globalidad o del contexto de las cosas. Y éste es, precisamente, el nuevo enfoque que te brinda ésta vida: que las pequeñas partes componen un todo mayor en el que ya no se puede ser tan crítico, porque te estás dando cuenta de que todo es posible.

Así que ahora puedes ampliar tus horizontes mentales, ganar en tolerancia y comprensión hacia los demás y sentir que, aunque no controles todos y cada uno de los detalles, las cosas igual funcionan. Verás, en definitiva, que no hace falta ser tan perfeccionista. Aprenderás a ser un poco pasota y, en consecuencia, a vivir más relajado.

Si has nacido muy cerca de una de las fechas en que los Nodos cambian de signo, convendrá leer los dos ejes nodales; es como cuando nace en fechas que está terminando un signo del Zodíaco y comienza el siguiente.

Fecha de Nacimiento Nodos - Norte Sur

1930, 19 junio a 1932, 5 enero Aries Libra
1932, 6 enero a 1933, 25 julio Piscis Virgo
1933, 26 julio a 1935, 12 febrero Acuario Leo
1935, 13 febrero a 1936, 31 agosto Capricornio Cáncer
1936, 1 septiembre a 1938, 21 marzo Sagitario Géminis
1938, 22 marzo a 1939, 8 octubre Escorpio Tauro
1939, 9 octubre a 1941, 27 abril Libra Aries
1941, 28 abril a 1942, 14 noviembre Virgo Piscis
1942, 15 noviembre a 1944, 3 junio Leo Acuario
1944, 4 junio a 1945, 21 diciembre Cáncer Capricornio
1945, 22 diciembre a 1947, 11 julio Géminis Sagitario
1947, 12 julio a 1949, 27 enero Tauro Escorpio
1949, 28 enero a 1950, 17 agosto Aries Libra
1950, 18 agosto a 1952, 6 marzo Piscis Virgo
1952, 7 marzo a 1953, 23 septiembre Acuario Leo
1953, 24 septiembre a 1955, 13 abril Capricornio Cáncer
1955, 14 abril a 1956, 30 octubre Sagitario Géminis
1956, 31 octubre a 1958, 20 mayo Escorpio Tauro
1958, 21 mayo a 1959, 7 diciembre Libra Aries
1959, 8 diciembre a 1961, 26 junio Virgo Piscis
1961, 27 junio a 1963, 13 enero Leo Acuario
1963, 14 enero a 1964, 2 agosto Cáncer Capricornio
1964, 3 agosto a 1966, 19 febrero Géminis Sagitario
1966, 20 febrero a 1967, 9 septiembre Tauro Escorpio
1967, 10 septiembre a 1969, 29 marzo Aries Libra
1969, 30 marzo a 1970, 16 octubre Piscis Virgo
1970, 17 octubre a 1972, 5 mayo Acuario Leo
1972, 6 mayo a 1873, 22 noviembre Capricornio Cáncer
1973, 23 noviembre a 1975, 12 junio Sagitario Géminis
1975, 12 junio a 1976, 29 diciembre Escorpio Tauro
1976, 30 diciembre a 1978, 19 julio Libra Aries
1978, 20 julio a 1980, 5 febrero Virgo Piscis
1980, 6 febrero a 1981, 25 agosto Leo Acuario
1981, 26 agosto a 1983, 14 marzo Cáncer Capricornio
1983, 15 marzo a 1984, 30 septiembre Géminis Sagitario
1984, 1 octubre a 1986, 20 abril Tauro Escorpio
1986, 21 abril a 1987, 8 noviembre Aries Libra
1987, 9 noviembre a 1989, 28 mayo Piscis Virgo
1989, 29 mayo a 1990, 15 diciembre Acuario Leo
1990, 16 diciembre a 1992, 4 julio Capricornio Cáncer
1992, 5 julio a 1994, 21 enero Sagitario Géminis
1994, 22 enero a 1995, 31 julio Escorpio Tauro
1995, 1 agosto a 1997, 25 enero Libra Aries
1997, 26 enero a 1998, 20 octubre Virgo Piscis
1998, 21 octubre a 2000, 9 abril Leo Acuario